Hay, susanita.
<<Hace mucho tiempo que te fuiste, Susana. La luz era igual entonces que ahora, no tan bermeja; pero era la misma pobre luz sin lumbre, envuelta en el paño blanco de la neblina que hay ahora. Era el mismo momento. Yo aquí, junto a la puerta mirando el amanecer y mirando cuando te ibas, siguiendo el camino del Cielo; por donde el cielo comenzaba a abrirse en luces, alejándote, cada vez más desteñida entre las sombras de la tierra.
>>Fue la última vez que te vi. Pasaste rozando con tu cuerpo las ramas del paraíso que están en la verde y te llevaste con tu aire sus últimas hojas .Luego desapareciste. Te dije: "¡Regresa Susana!">>
Pedro Páramo siguió moviendo los labios, susurrando palabras. Después cerró la boca y entreabrió los ojos, en los que se reflejó la débil claridad del amanecer.
Amanecía.
Léanlo.
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